Hay discos que son perfectos de principio a fin. Siamese Dream de Smashing Pumpkins entra en esa lista. Son pocos. Algo que tiene es diversidad y al mismo tiempo hilaridad. La mente maestra de Billy Corgan se acopló muy bien con la banda... y compusieron una belleza en tiempos duros.
Si hablamos de discos perfectos y valiosos, este es un disco emocionalmente poderoso, enérgico, decisivo y mucho más dinámico que su contemporáneo Nevermind de Nirvana; que de alguna forma los inspiró por siempre. Pero estos compas de Chicago eran otra onda y se notaba en el estilo: voz, armonía, comprensión sonora, distorsiones y letras.
«Para ese año, los SP la pasaban mal. Pero esta joya los salvó y los puso definitivamente en el mapa».
Ay, los Smashing Pumpkins, dan para escribir horas y hasta me recuerdan a una ex novia que los amaba. Por eso y mucho más, confieso que este disquín me gusta mucho más que el icónico, mejor producido y exitoso Mellon Collie… que fue el clímax con tracks —que nos marcaron a un par de generaciones— como “Bullet with butterfly wings”, “Tonight Tonight”, “1979”, “Zero” o “33”.
Pero el éxito de ese discazo doble de 28 rolas viene de esta belleza que traía impresa la telenovela de Gish, el anterior, con toda la oscuridad que casi los desaparece. Por eso me encanta. Fue un salvavidas íntimo y una referencia top del grunge, shoegaze, dream rock y rock sicodélico y metal y progresivo de los noventa. Eso tenían los SP, se podían saltar de la extravagancia del shoegaze sicodélico con notas power y batería pesada, de metal, a notas más armoniosas y elegantes. Eso los hizo únicos.
Desde la primera te atrapa en un viaje subacuático por el mundo de Billy Corgan lleno de collages, efectos con pedales, armonías acústicas, fuegos disléxicos y esa voz que parece mamarle sutilmente los testículos a un ángel pirotécnico. ¡Pero va más allá! Las guitarras de James Iha están bien argumentadas y el bajo Darcy está muy bien hilvanado. Las clásicas “Disarm”, “Spaceboy”, “Mayonaise”, "Silverfuck", “Cherub Rock”, “Rocket”, "Luna" y “Today” lo confirman con esta última en video mientras Billy maneja por el desierto el camión de helados hasta que lo vuelven sicodelia y hedonismo.
Mis favoritas son "Hummer", "Mayonaise" y "Silverfuck" con esa línea de bajo Pixies y armonía deliciosa a lo My Bloody Valentine. Las rolas se prenden suavecito. Y avanzan con misterio y cadencia. Luego se tornan violentas y decisivas. Bueno, "Disarm" es para llorar y abrazar la almohada. Un himno completo. Eso tenían. Llevarte en la emoción sin preguntar. Del grunge solo Pearl Jam tenía eso. Y tal vez Candlebox. En cuanto a Nirvana, Soundgarden, Alice in Chains o Stone Temple Pilots era otra la dinámica.
«Un disco explosivo que marcaría y definiría esa delgada línea entre el sonido de Smashing Pumpkins y el grunge de Seattle».
Pero los SP siempre fueron más. Fueron melancolía y rabia al mismo tiempo. Fueron luz y oscuridad. Introspección y extrospección… la voz de Corgan es un amuleto en cada rola que canta y delira.
Bonus: escuchen Silversun Pickups, una de mis bandas favoritas también. Estoy seguro que alucinarán con lo vital que fue el Siamese Dream para la música y el género alternativo. Ya casi 30 años. ¡Inspiró!
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