¿La mejor banda de la historia? No lo sé. Es una pregunta muy absoluta, miope, rara. Lo que sí les digo es que en sus nueve discos de estudio he explorado la transición de mi vida y el registro de la humanidad de los últimos 30 años. Nueve discos inquietos y sensibles. Exquisitos. Poderosos. Me los conozco de fin a principio. Los he analizado con su evolución lírica y sonora desde el explisivo Pablo Honey del 93 al raro A Moon Shaped Pool del 2016. Los siento mis amigos. Son amigos. Crecí con ellos. Me han acompañado. Los he acompañado. Son mi banda favorita. Los escucho mucho. Siempre. Acá una crónica.
Llegué a la fiesta. Al templo de la electrónica. Por ser viernes: salsa, charanga, guaguancó, bomba y, claro; no podía faltar el bugalú. Nos la pasamos bien desde Héctor Lavoe, Ray Barretto, Willie Colón y más delicias. La noche y madrunoche pintaba chula para aniquilar demonios hasta ver el sol. Así fue.
Entre toda la excéntrica y sabrosa selva de sonidos que escuchamos (ya en mi casa y a todo wats), en algún momento saqué mis cedés de Radiohead y todo fue luminiscencia, fuegos pirotécnicos nostálgicos, estallar de emociones, crepitar de anestésicos, ruido blanco, pedales, vocales, distorsiones y la excelsa explosión de Thom Yorke, Jonny-Colin Greenwood, Phil Selway, Ed O'Brien y (obvio) Nigel Godrich juntos.
«Hablar de Radiohead después de Atoms for Peace, bandas sonoras de Jonny Greenwood, discos de Selway, los imprescindibles de Yorke y sobre todo The Smile... es seguir hablando de magia detrás los instrumentos, la sensibilidad y el tiempo».
De los nueve discos de Radiohead me cuesta aún decidir un top, pero aquí hago un intento de TOP 5.
#5 - Pablo Honey (1993)
Disco importante. El inicio de una nueva era. Nirvana, Pearl Jam, Soundgarden, Alice in chains y compañía la estaban tronando en Estados Unidos (MTV) y apareció esta belleza inglesa con la intensidad de Pixies y todo el shoegaze de My Bloody Valentine. Un disco que en 30 años se siente lejano, pero al mismo tiempo íntimo. Mis tracks favoritas: Blow out, Stop whispering, Lurgee, You y Anyone can play guitar. ¡Be-lle-zas!
#4 - The Bends (1995)
En este disco Thom Yorke empieza a pulir su flow poético-subjetivo y Jonny Greenwood le da rienda suelta a toda su furia sonora. Una joya que me recuerda a lo mejor del postgrunge y que pronostica al "OK" con toda la rabia-reflexión de la entrada del internet, la masificación de la información, la globalización en su mayor momento y la melancolía de que no hay vuelta atrás. Just, Street spirit (fade out), Fake plastic trees y High and dry son himnos. Pero también Planet Telex, Black Star y The bends. Un disco registro.
#3- OK Computer (1997)
Hablar del OK Computer es hablar de la Pre Apocalipsis de una era. Adiós, grunge. Adiós, postgrunge. Adiós, líricas suavecitas y retóricas sonoras complacientes. Adiós, britpop. Adiós, mamadas. Adiós, todo. Ya lo venían pronosticando en The Bends dos años antes y, aquí se desatornilló todo discurso para envolver a un oído más evolucionado en mística profunda y nueva fórmula sofisticada de entenderlo con tentáculos más profundos. Paranoid Android inspirada en Marvin de Hitchhiker's Guide to the Galaxy de Douglas Adams zumba la cabeza con una lírica atómica y un videazo de comic. El diseño de Stanley Donwood nos abre a la emancipación amalgamada del momento con flashbacks al gran Robert Rauschenberg. Hay más tracks que son lujo, hermosas, arrullos: Exit Music (for a film), Karma Police (con otro videazo al igual que No Surprises "semi política"), Lucky, Let Down... Una verdadera joya. Un disco hermoso. Perfecto.
#2 - KID A (2000)
El año 2000 significó muchas cosas, cambios, desapegos, miedos... Yo lo viví. Y era obvio que Radiohead lo entendió muy bien. Este es quizá el álbum más arriesgado de la historia (junto al doble Revés/YoSoy de Café Tacvba) que son prácticamente iguales con Kid A/Amnesiac. Acá se le dice adiós al milenio, a lo que fue, a muchas cosas. Despedida a la distorsión y bienvenida a entrar en un viaje introspectivo súper digital de beats electrónicos llenos de ambient, chill out, drum n bass, krautrock y mucha música clásica. Álbum verdaderamente exquisito en todas sus aristas. Marca un antes y un después. Un disco "parteaguas" que aunque no sea mi favorito de Radiohead, es de los mejores de la historia de la música. Quizá dentro de un Top 10. Es inevitable. Como augura la primera del álbum: "Everything in its right place". Y así fue. El resto fue una hermosa y delirante narrativa de símbolos oscuros, pero también luminosos.
#1 - In Rainbows (2007)
BONUS - The King of Limbs from the Basement
Estos dos toques "From the basement" son un statement luego del final del contrato con la disquera. Yo me los vi en YouTube en esos años. Significaba mucho. Era "regalar", "compartir", "provocar", "enaltecer" la música. En esos años, las disqueras dejaron de ser disqueras y el streaming agarró fuerza. Radiohead fue la banda que impulsó. Y, valiéndose de una plataforma que años después sería de pago. Eso pasó. ¡Gracias!
Pero este documento visual de verlos gratuitamente improvisar com ímpetu en vivo es H E R M O S O. Ver doble batería Phil Selway-Clive Deamer con sicodelia profunda en el último es una delicia. Nadie lo había hecho antes. Y nadie lo hará igual. Es un regalo.
Regresando a la fiesta en mi casa... Sí... puse Radiohead a full y hay quienes se la pasaron mejor que otros. No me importó. En el vaivén de la fiesta, la poesía amalgamó retóricas sensuales de In Rainbows y punks anarquías de OK. Todo fue simbiosis, observación, delirio. Se fueron dos que querían escuchar electrónica y yo mismo les pedí el Uber. Al final de todo, vimos dos amaneceres seguidos con quienes estábamos y, sentados o saltando en el sofá escuchamos gemir poemas gatunos mientras sonaban tracks que ya olvidé.
Pero estábamos juntos. Abrazándonos power.
Y Radiohead estaba entre nosotros. Fue lindo.
Reventaron la fiesta como hace 30 o 10 años.
"Y eso pasó. Fue". Esto lo escribió Cerati.
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