Este álbum de los Cabeza de Radio me cambió el mundo y cambió al mundo de la industria de la música. Fue pionero, espontáneo y lleno de mística que sobrevino después. Fue el primero en ofrecerse al precio que quisieras pagar por descarga y significó un parteaguas para la música que venían haciendo.
Además de ser super intenso, dinámico y hasta sensual es una explosión armónica que rimó muy bien con una época en la que el post-punk revival estaba in crescendo con bandas como Franz Ferdinand, Arcade Fire, The National o Arctic Monkeys. Su carencia de rigidez le dio una potencia enorme y super fantástica. En alguna revista leí que muchos críticos de música lo nombran como "álbum grabado en una solo sesión". Y coincido. Es perfecto. Está hecho de una sola toma en el mejor momento de Radiohead. Pareciera ser la banda sonora de "El arco iris de gravedad" de Thomas Pynchon. Eso le da otro plus.
Al igual que los míticos OK Computer y Kid A, este fue otro hito en su carrera y en la historia de la música. El hecho que lo “regalaran” -o al precio que quisieras pagar- fue un detallazo que nadie había hecho antes. El inicio de una era. Un antes y un después. Un cambio y una ruptura para la industria de la música digital. El final de las descargas de archivos y el inicio de las plataformas de streaming (Deezer y Spotify).
«Un disco pionero y decisivo. Mi favorito de los Radiohead».
Y cuando digo favorito quiero decir que es mucho más digerible de escuchar y lo podés poner de principio a fin muchas veces. Es super ligero -a pesar de la intensidad de riffs por Greenwood y batería entrañable por Selway. También es veloz y entrañable. Se nota que estaban pasando por un momento chulo luego de su anterior Hail to the thief -el último del contrato con EMI en el 2003- que musicalmente es una caída bipolar que ellos mismos se impusieron. El fin de una época oscura y llena de rabia que los encontró entre sonidos estrambóticos y creativos, pero abordando política sin intimidad, sensación, ni alegría.
«In rainbows es lo contrario a sus anteriores. Es un regalo espacial».
Para resumir, un disco feliz y compacto que mostró a una banda madura, firme y poderosa. Cada rola está llena de potencia, ritmo y solidez, incluso las melancólicas. Un verdadero trabajo en equipo que se nota al verlos tocar “Desde el sótano” en YouTube, que recuerdo salió ese Año Nuevo en versión de ensayadero.
La bataca de Selway es milimétrica, los Greenwood son precisos, O'Brien hace magia, Yorke destila poesía y los genios Godrich y Stent detrás completan un equipo que junto al arte de Stanley Donwood nos hace recordar viajes en lisérgico y una delicia de sicodelia detrás de la mirada. Una delicia de disco. Un must.
Comments