Publicada en 2012 en una revista que no me acuerdo el nombre.
Si hay un director de arte y diseñador que ha hecho trends es este inglés. Tuvo la chispa de hacer la mítica portada del Unknown Pleasures de Joy Division en 1979 —joya de culto para la cultura post punk en los 80 y réplica de moda para la cultura hipster revival a inicios de los 2 mil—; pero hay más que New Order en su portafolio. Es pionero en el diseño de portadas conceptuales y fashion. Un genio.
En la revista donde escribí esto decía: "La primera vez que vi una portada de Peter Saville, el legendario diseñador de Manchester, fue a finales de los noventa con unos amigos mochileros en un viaje playero de fin de semana lleno de excesos, estimulantes, arena, surf y música estridente".
Lo recuerdo bien porque fue una alemana la que me enseñó el booklet del disco –Pulp, por cierto, de mis bandas favs con el poeta Jarvis Cocker en decadencia y luminiscencia lírica–.
En esos años viajabas con Discman y un cartucho de cedés, no había Spotify. El disco nos lo escuchamos una y otra vez entre poesía mal traducida, micheladas picantes, sexo borracho, piquetes de zancudo y buenas pláticas sin celular, iPod o Facebook. Imaginen. Cero redes sociales. No existía TikTok ni Instagram.
El disco fue This is hardcore. Un álbum exquisito en todas sus profundidades y aristas sonoras. Unos años después compré libros de poesía de Jarvis en España porque me impactó mucho su manera de decir las cosas. Hasta ese entonces el britpop me parecía una estrella fugaz y distante que había dejado su estela en Oasis, Blur y Suede.
La portada es sensual, espectacular, glitch y con mucha honestidad. Eso es Jarvis Cocker. Pero volviendo a Peter Saville, iré al grano...
La portada del disco es una pintura de John Currin –lo supe años después buscando en internet– que me da la impresión de estar en una especie de trance orgásmico o post MDMA.
Para la época Peter Saville ya tenía una reconocida trayectoria diseñando portadas de discos para la mítica Factory Records del grande Tony Wilson, a quien pueden ver en todo esplendor en 24 Hour Party People.
El arte de PS va más allá de la adecuada forma de colocar elementos sobre arte intervenido, en la mayoría yuxtapuesto sobre otras imágenes. Obviamente, un gran diseñador respeta espacios, colores y equilibrio de capas. Eso es lo que me gusta de Saville. Lo viene haciendo desde 1978 y no ha parado.
Esa deliberada construcción de atmósferas en sus obras es alucinante. Hay que entender que son obras, pequeños canvas trabajados manualmente como Dalí o Warhol. Ya sea en computadora o yuxtapuestos de manera técnica y emocional.
Sensibilidad avantgarde que lo ha llevado a creación de tipografías y un estilo minimalista que juega con el diseño industrial y la profundidad de tintas, texturas, layers. En su gran lista de obras están todos los discos -reediciones, dvd, casete, vinil, cd, especiales- de Joy Division / New Order. ¡Imaginen cuánto! Es mucho.
Pero además Brian Eno, Roxy Music, Ultravox, Peter Gabriel, Suede, Pulp, etc.
Convulsión de diseño musical y farándula de moda porque le ha diseñando campañas a John Galliano, Christian Dior, entre otros. Todo un referente imprescindible para hablar de música y diseño, pero también para normalizar que toda obra musical debe ir acompañada de imagen irreverente y coherente. Y que si va acompañada de amigovias alemanas es mejor porque la vida te regaló ese instante.
En otras palabras... La belleza nos entra por los ojos. Y la obra de Peter Saville es una belleza.
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