Ir a Dora siempre es una aventura y una experiencia que me llena de felicidad. Cada tostada es poesía flash que me hace pensar en la comida confort y en la creatividad o genialidad que somos como guatemaltecos o latinoamericanos de inventar nuevas fórmulas. Acá se respira chispa, talento, pragmatismo, autenticidad.
Este pequeño, pero gran restaurante, empezó por necesidad y se fue haciendo grande con creatividad y agudeza en un menú brevísimo, que te reduce a lo indispensable: Tostadas. Un snack fácil, recurrente y muy querido que nos ha acompañado desde la infancia. Pero en Dorita... ¡totalmente evolucionado!
Cada una está inspirada en la utilización de producto local -preferiblemente del día- y las variaciones que le dan un toque auténtico desde la original tostada de atún crudo con puerro frito o la de solomillo con huevo de codorniz, que fueron las primeras tostadas de Dora en la primera locación de zona 4.
«Y de eso se trata la hazaña de Pablo Díaz —que más que cocinero creativo y consciente del presente es alguien despierto—, quien a puro talento, observación, empirismo y fluidez ya dejó una huella enorme en la gastronomía contemporánea local».
Dora es un lugar para sentirse cómodo, relajado, bien atendido y bien comido. Además, un restaurante sin pretensiones. Vas a lo que vas, y punto. Como hija o hermana menor de Mercado 24 te ofrece calidez y un menú sin complicaciones: aguachile, ceviche, vegetales, encurtidos, asados, iguashte, culantro, limón.
Cada tostada es espontaneidad y practicidad luego de pragmatismo analítico en la elaboración de un menú logrado solo con inteligencia emocional. Pero también, cada tostada es pura invención. Y eso se agradece.
Dice Pablo: «La tostada debe ser plana para que al quebrarse genere grietas remotamente predecibles; un cremoso que sirve de cohesivo; el ingrediente principal; un vegetal que agregue contraste y frescura y, por último, un aceite que integra los sabores».
Aquí te dejo un slide de fotos con algunas de las más de 100 tostadas que me he tragado felizmente.
Vayan y pruébenlas todas. Sobre todo cuando hay colaboraciones con restauranteros amigos como Mario Godínez, Peter Meng o Nestor Sical.
Dora La Tostadora