Para un año de pandemia en el que todo fue difícil, la música desbordó en producciones. Aquí mi TOP 20 con los mejores discos de este año que cambió todo. Si querés ver la primera parte: 40–21 con menciones a The Flaming Lips, Ishto Juevez, Bad Bunny, Arca, Caribou, Ela Minus... más que bienvenid@.
20. Triángulo de amor bizarro – Triángulo de amor bizarro
Lo que me encanta de este disco es su honestidad brutal, su post punk y su rabia. Los españoles se lucen desde la primera "Ruptura" con un punk sucio y luego van hilvanando shoegaze y neo-psicodelia con esa hermosa voz de Isabel Cea: "Fukushima" o "Cura mi corazón". Sonidos muy Joy Division, The Vaccines o My Bloody Valentine. En sí, un disco honesto como los anteriores... pero aquí la melancolía les sale feroz.
19. Dua Lipa - Future Nostalgia
Hay tanto de pop nostálgico en este disco que lo hace impecable: Madonna, Queen, Justin Timberlake, Michael Jackson, etc. El álbum está lleno de éxitos para bailar que lo convierten en una de esas gemas de producción que se adaptan a cualquier época. Hay house, pop, new wave, funk, disco... En fin, ¡discazo! Si bien les parecerá "fresa" que lo haya puesto en un #19, pónganle coco a la producción y entenderán.
18. Bandalos chinos – Paranoia Pop
Luego de su magistral BACH de hace dos años, los argentinos regresan con mucha más melancolía y letras poderosas, cotidianas, creativas y muchísima joda paseando por Jeanette, Spinetta, Elvis, Queen o ABBA. Un disco que recuerda a los Miranda! pero más retro con esos sonidos que llevamos adheridos al corazón.
17. Run the jewels – RTJ4
No me extenderé con este disco, solo diré que me parece el estruendo de la rabia más convulsa aderezada con hip hop y combustión. Todo el disco es un vaivén furioso y radioactivo que solo este super dueto puede lograr -bueno, casi trío por la inclusión de Zach de la Rocha quien parece ser la pieza definitiva en RTJ-.
16. Grimes – Miss Anthropocene
Que Grimes haya sacado disco nuevo después de su aclamado Art Angels del 2015 es algo que el mundo entero debe agradecerle. Ya sabemos que Claire puede hacer éxitos pop fácilmente, pero aquí demuestra un regreso a sus viajes espaciales -¿psicotrópicos?- y hasta épicos de sus inicios. Un disco que lleva fuerte esencia de electrónica, pero se condensa más en lo art-industrial. ¡Gracias por un discazo poderoso!
15. Bohemia Suburbana – Santiago 14° 91°
Much@s acuñan a BS con rock noventero, post grunge y que se quedaron varados en una especie de nostalgia de "rock de finales de siglo"; pero están muy equivocad@s. Los bohemios han ido creciendo y experimentando en cada disco. Eso se nota a creces en esta chulada que sacaron a media pandemia y sin poder hacer concierto. Un torrente de energía a cargo de Pepe Mollinedo en batería se siente muy bien hilvanado con los pedales, efectos, sintetizadores y demás artilugios de Juanca y Álvaro en guitarras guau. Eso, sumado a líneas de bajo super limpias por Josué y la voz incomparable de un Giovanni con letras llenas de poesía, manifiesto y apuntes cotidianos. Un sexto disco muy bien logrado con sonidos Soda Stereo, Zoé y Café Tacvba. Al escucharlo se sabe que estamos frente a nuevos horizontes sonoros, pero siempre con la potencia melódica que BS sabe hacer. Disco lleno de sencillos: "Arando e hilando", "Sin pausa ni demora", "Tráfico pesado", "De mata en mata", "Nube de tormenta", Visiglobal" y mi favorita, "Avenida gris".
14. Tame Impala – The slow rush
Cinco años pasaron desde Currents -ese álbum magistral que mostró guitarras, psicodelia y profundidad- para que los australianos volvieran del encierro, las giras, las colaboraciones... la fama. La vara estaba muy alta, la verdad, pero en The slow rush todo hace sentido. Desde que empieza el disco con "One more year" una catapulta de baterías nos invita al viaje que estamos acostumbrados con Tame Impala. Luego le siguen "Instant destiny" y "Borderline" -un hit que se acerca al post-disco con una sutileza espacial-. Después le siguen más canciones hasta completar en cincuenta y siete minutos la lección del álbum: la música migra, tiene el poder de migrar de atrás hacia adelante y viceversa. Hay mucha "vieja escuela" -Michael Jackson, Genesis, Pink Floyd, Daft Punk, Fleetwood Mac, Yes- aderezada con el mejor neo-pop psicodélico actual.
13. The 1975 – Notes on a conditional form
Este es el disco más ecléctico del 2020 y el más precedido por sencillos -¡7!- desde agosto del 2019 y una larga historia mediática que pueden buscar en Google. No está nada mal para un año como el 2020. Estos millennials y centennials que andaban disfrutando de la fama y del 24 hour party people se pronunciaron con un disco rarísimo, emo y lleno de polaroids, altibajos, cambios de humor, introspección, extroversión, dubstep, folk, electrónica, hardcore, punk, ambient, r&b, preludios clásicos, pop trap, balada pop y meses después, estoy seguro, lo podría considerar entre mi TOP10. En 22 canciones -80 minutos- recrean todo lo que las nuevas generaciones están viviendo: pasar de un estado de humor raro al siguiente y al siguiente como una película vívida e incesante que no para. Eso es este disco, la seguidilla de su anterior y la única forma en la que se puede percibir el mundo aplicando toda la historia y el cúmulo de referentes pasados hacia el presente sonoro. No es obra maestra como London Calling o Pet Sounds, pero sí un intento y un registro del presente difícil, pero exquisito. Una especie de post Arcade Fire de los 2000. Eso cuenta.
12. El columpio asesino – Ataque celeste
Discazo de los españoles: synthpop, post-punk, funk, disco, punk-disco y mucha fiesta sonora con letras concisas. De lo mejorcito hispano del año que cambió todo. Un enjambre de 30 minutos que se van rápido y dan ganas ganas de escuchar en repeat. Me recuerda a Friendly Fires y Cut Copy en castellano. Discazo.
11. The Strokes – The new abnormal
Que los Strokes hayan resuelto sus pleitos y se hayan juntado a grabar un disco -que suena como al 2001 cuando empezaban- es de las cosas más maravillosas que nos dejó el 2020. Desde el inicio nos enganchan con una "The adults are talking" en la que Casablancas y Hammond Jr. están sincronizados... ¡y de repente! Estalla la magia y va avanzando en cada rola que pasa. Un disco que está lejos de Angles del 2011 y su pleito mayor con RCA en Comedown Machine, 2013. ¡Siiií! Siete años pasaron para volverlos a escuchar juntos.
El disco es un homenaje a sus inicios y a lo que iniciaron en la movida de NY: el post punk revival con más matices de punk que synthpop. "Brooklyn Bridge to chorus" es la que parte el disco en dos y luego vienen las delirantes, melancólicas y poderosas de Casablancas que ya sabemos. Una chulada de apenas 45 mins.
DISCO BONUS: Danny Marin – Mensaje directo, vol. 1
De Danny Marin AKA Kontra Marin podría hablar mucho -y lo haré-. Este poeta del rap está jugando a las grandes ligas en un país donde no hay industria. Su gran capacidad de ritmo, libertad sonora, improvisación, contundencia mediática y lírica es un regalo. En este pequeño EP de apenas 14 minutos vemos su magia y talento: arranca con una rolita trap sutil muy caribeña llena de amor -"Crush"-, luego le siguen 4 bellezas aderezadas con lo mejor de su torrente poético lleno de manifiesto, honestidad y cotidiano. ¡Grandeeeee!
Comments