El encierro por Covid nos dejó cosas jevis y muchos regalos alucinantes. Descubrimientos únicos que ya son parte de lo que somos. Los beats de la argentina Clara Cava -incluidas sus letras- me abrazaron fuerte.
Dando vueltas por recomendaciones de Spotify conocí a esta argentina que me pareció un estruendo lleno de creatividad, talento y líricas precisas y preciosas. De una me hice fan. La etiqueté en Stories y le escribí. Me respondió. Conversamos. De ahí surge esta nota, que más que explorar su propuesta, es un indicio que la música llega a vos —no cuando la buscás, sino cuando la necesitás—.
«Con un solo álbum, pero varias colabs y EPs y sencillos y tracks hermosas entre su imaginario digital; Clara Cava me parece lo más fresco del pop actual con letras poderosas, buen beat y mucha joda».
Desde su "Notarlo sin decirlo" del 2018, una rola trip hop con trap, su voz es un enjambre que te inyecta sensualidad y te atrapa con honestidad bien cantada. Extremadamente muy bien cantada. Hasta hipnótica.
Luego le siguió "No es el color" para demostrar que el pop le queda bien. Eso, para anteceder al primer EP que es pura frescura: Antibióticx. Cinco tracks donde las más power y premonitorias del sonido que vendrá son "Amor Amor" y "Desierto". Poesía, rimas, hip hop, saxo, beats, marihuana, loops, trémolo, confesiones.
Lo mejor viene con los años, dicen. Y es así. La rola con la que la conocí a medio encierro de pandemia fue "Precipicio" de su EP Lavandina del 2020: «Me siento drogada, pero sin tomar nada y yo q' estaba perdida y negada... enojada con todo tu género por generalizar con el wacho primero...».
Luego le sigue la confesión poética entre exactitud lírica y más de 130 bpm con un toque housero y hasta techno lo-fi: «Ignorar nunca es sanar, hay que volverlo a intentar, poner a prueba los prejuicios, ninguna ideología es universal, no tirarse por el precipicio».
En resumen, un EP que da un panorama de su amplitud sonora. Pop urbano, R&B jazzy, trap y drum machinero. Seis tracks que se amarran bien con letra y beats. Pero aquí no queda el relato.
«En el encierro de Lives forzosos me vi varios de sus toques armada con guitarra y voz. Ahí entendí que su música es una aventura sonora y su leitmotiv es la acústica-folk. "Días de paja" en acústica, tirada con su lira en un sofá, me dio la exactitud de todo el lirismo rapero. Luego lo confirmó "Guitarra" en una oda poética a su instrumento».
Clara Cava forma parte de una nueva generación de raperas y traperas argentinas con flow urbano y una fusión híbrida de géneros, que desde aquellos lejanos noventa nos rapeaban las Actitud María Marta.
Entre esta nueva oleada están Cazzu, María Becerra, Nicki Nicole, La Joaqui, Dakillah, Muñeki77a, Sofía Gabanna, Kris Alaniz, y claro, Nathy Peluso. Todas con espectros sonoros diferentes y propuestas claras.
«Lo que me parece interesante en Clara Cava es que viene del folk, y al fusionar con otros géneros crea atmósferas bastante ligeras. No como pasa con otras músicas raperas/traperas donde los super bajos o la intensidad lírica resulta pesada».
Su primer álbum Martes 13 (2010) es un híbrido hermoso con muchos géneros. Arranca con una de las mejores rolas que he escuchado sui generis: "Te dejé una carta" con un R&B poderoso, funky, hiphopeo sensual -además de bien escrito y cantado-, una boludez jazzera que solo hace sentido al ver el video con su coreografía y un beat fresco que te relaja el oído y no te aturde.
El resto de tracks son cabales: "Todos los Fds" es puro reggae. Rico y motero, "El celular" tiene brillos jazzy que relucen bien y "Anestesiar" es una super baladona country, delirante y explosiva.
Pero... mis dos favs: "Me pasé la mañana" repetitiva y documental de pandemia que me recuerda a la mejor percusión de Señor Loop junto a la chulada de track "En cualquiera". Suave, rapeada y bossa noveada.
En resumen, Clara Cava tiene magia, rapeo y joda. Habrá que ver hasta donde vuela su estilo, que seguro será lejos. Ojalá en una de esas giras podamos planear algo en Centro América y Guatemala. Cruzo dedos.
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