El disco está lleno de desaciertos que se vuelven aciertos entre más se escucha… y es ahí donde se luce por sí solo. El setlist es una chulada por toda su carrera solista ochentera + un medley Serú Girán ensamblando rolas poderosas, íntimas, funky, chingonas, delirantes y las más nostálgicas que retumban en piano, voz y armonía. Además, lo puso en el mapa de la música latina para generaciones chavas del MTV noventero y fue mi primer acercamiento a su extensa obra. Disco de vida. Disco imprescindible. Disco poderoso.
«Siiií... se le olvidan muchas rolas, cambia frases, las interrumpe, les mete joda; pero su interpretación es brillante y en escena es alucinante. Charly es Charly».
La incorporación de María Gabriela Epumer en voz, coros y guitarra es de otro mundo. Su magia fluye y te incendia la melancolía, la euforia y hasta las ganas de mandarlo todo a la mierda.
PERO MARÍA, OH MARÍA. La diosa artífice genial productora de este disco. Ella lo asumió con la produ porque Charly no quería nada (con su look Cobain canche). Pero María armó todo. La produ. Magia.
En cuanto a las cuerdas, otro punto a favor. ¡Pero los solos de piano! ¡Ufff! Y eso que Charly quería tocar teclados, pero optó por sumarle al piano un Casio con bocinas que suena rechulo, además de los samples con chingas pregrabadas muy al estilo de Manu Chao años después. Otro buen punto.
Lo único que le reprocho es que no hubo ninguna de Sui Generis, pero como el mismo Charly lo dijo: «Esto es un desconectado. Si querés escuchar Sui, andate a escuchar los álbumes». Otro buen punto.
«¿Las mejores rolas? ¡Todas! Desde las más prendidas hasta las más down. Y eso es el disco. Un viaje por el roller coaster Charly García».
Además, este fue el verdadero primer MTV Unplugged Latino cuando MTV no era una porquería. Los dos primeros sonaron eléctricos: Los Fabulosos Cadillacs y Caifanes. Charly tenía que ser el primero. "Y nadie más... ¡puro rock and roll!".
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